No busque más para el próximo regalo de San Valentín, un FAP o un catalizador le servirán. Si su ser querido no se siente conmovido por este gesto, es porque no conoce el valor de un regalo así. En efecto, estas monedas están fabricadas con metales preciosos más raros y mucho más caros que el oro. Lo que es raro es caro y lo que es caro es codiciado. Los robos de catalizadores y FAP están aumentando en España, Europa y Estados Unidos. Incluso están aumentando de forma preocupante y los telediarios dedican regularmente un reportaje a este tema. ¿De qué modelos de coche se trata? ¿Quién se beneficia del delito? Krosfou hace un balance de este fenómeno que, desgraciadamente, no sólo le ocurre a los demás.
Los catalizadores y los FAP contienen rodio, paladio y platino. La industria del automóvil utiliza cada vez más estos metales preciosos que son especialmente resistentes a la oxidación, el ácido y la corrosión. Sus propiedades son tales que no hay alternativa para sustituirlos. Estos 3 fantásticos son incomparables en el filtrado de partículas finas de los gases de escape.
Rodio vale unas 7 veces más que el oro. Utilizado en la industria del automóvil, pero también en la química y la joyería, el 85% procede de Sudáfrica. El sector está sometido a una verdadera presión, ya que la demanda aumenta constantemente, sobre todo para forrar los catalizadores. Las normas medioambientales son cada vez más estrictas, e incluso los países emergentes lo exigen. Este aumento de la demanda es un caldo de cultivo para el robo organizado.
Paladio, en cambio, procede de Rusia, Sudáfrica y Canadá. También supera al oro y encuentra sus salidas principalmente en la fabricación de catalizadores.
El platino es el más conocido de los tres metales preciosos. Sudáfrica es el primer país del mundo que lo extrae.
Un gramo de platino cuesta 25 €, cuente 60 € para el paladio y 400 € para el rodio, lo que lo convierte en el metal más caro del mundo (fuente: Autoplus). Sabiendo que un frasco contiene hasta ocho gramos de metales, no hace falta mucho para abrir el apetito de los inescrupulosos, pero aterradoramente bien organizados.
Las autoridades Españolas echan mano con regularidad de las redes criminales de los países de Europa del Este. Forman bandas y organizan incursiones de forma muy selectiva. Las monedas robadas se venden luego a los países emergentes, que tienen una gran demanda.
Si existiera una solución mágica, no nos la guardaríamos para nosotros mismos, se imagina. Sólo podemos recordar los consejos básicos que regularmente dan las fuerzas del orden :
También compruebe con su aseguradora que el robo de catalizadores está incluido en su paquete, esto le ahorrará costosas reparaciones en caso de infortunio.
Si quiere una respuesta más contundente y realmente eficaz, recurra a los Estados Unidos. El sitio estadounidense CatClamp ofrece cables diseñados según las normas aeroespaciales. Destinados a los convertidores catalíticos y los FAP, envuelven la línea de escape para fijar la pieza al chasis del vehículo. El cable es imposible de cortar, por lo que los ladrones tienen que renunciar a su presa. Algunas marcas también ofrecen escudos antirrobo y alarmas de elevación de vehículos.
Un fenómeno de tal magnitud, sin embargo, merece una respuesta a gran escala. Según la página web de Caradisiac, Toyota ha decidido luchar contra el robo de catalizadores y está abordando seriamente esta lacra. El fabricante de automóviles japonés ha decidido marcar el catalizador de 100 000 vehículos, para que las piezas puedan ser rastreadas. Esta medida parece concernir sólo al Reino Unido por el momento. Esperemos que el resto de fabricantes sigan su ejemplo rápidamente y generalicen este proceso a todos los países afectados.
El modelo de coche en sí no importa, lo importante es que la pieza sea fácilmente accesible. Los vehículos utilitarios y los SUV son, por lo tanto, una delicia para los ladrones, debido a la gran distancia al suelo. Los vehículos híbridos también están muy solicitados, como observan amargamente los propietarios de Prius. Los híbridos contienen más metales preciosos que otros catalizadores y éstos están menos estresados, por lo que se dañan menos.
Cuando se ven las imágenes de videovigilancia de los ladrones en plena faena, sorprende la sencillez de la operación, que sólo requiere una pequeña sierra de arco. A menudo se tarda menos de 5 minutos en serrar el catalizador o el FAP de un lado a otro. Las tuberías se quedan debajo del vehículo, así que los indelicados tampoco se van a molestar con la chatarra innecesaria.
Los delincuentes a veces van mucho más allá atacando a las empresas que reciclan los catalizadores y los filtros de partículas. No dudan en destrozar los almacenes con arietes, y en menos de un minuto son capaces de entrar en un negocio y estimar si hay o no mercancía que llevarse.
El robo de catalizadores y FAP representa una plaga que no perdona ninguna región de Francia y que sigue creciendo. A falta de una respuesta exhaustiva y de gran alcance por parte de los fabricantes de automóviles, le queda elegir el método que considere más eficaz para proteger su vehículo.